jueves, 15 de abril de 2010

Un día cualquiera de un mes cualquiera

Todos los días eran igual. La misma rutina de siempre. El aburrimiento de siempre. La soledad de siempre. La sonrisa forzada de todos los días. Siempre esperando algo que nunca llegaba. Ni un atisbo de cambio. Nada.
Era un día lluvioso y llegó a casa empapada. Pelo, zapatillas, calcetines, vaqueros... ¡Vaya día escogió el paraguas para romperse! Las 18.30. Llegaba mucho más tarde de lo normal. Por suerte ya estaba en casa y por suerte no había nadie en ella. No tendría que forzar la segunda sonrisa del día. Se deshizo de la pesada mochila tirándola al suelo al lado de la silla donde siempre solía estar. Entró en su cuarto, cerró la puerta y se cambió de ropa. Hizo una llamada rápida 'Mamá ya he llegado' y cogió un cd de la mesa sin ni siquiera mirar el título. Lo metió en el reproductor, apagó todas las luces excepto la de su pequeña lamparita de noche y se tumbó en la cama. The Fray sonaba y por fin estaba calmada. Dicen que desarrollas más uno de los sentidos cuando "desconectas" de todos los demás y sólo dejas funcionar este. Y así hizo. Cerró los ojos y se concentró en la música. When you´re older you will understand fue lo último que escuchó y esto dio paso al mundo de los sueños.

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