¿Has tenido alguna vez un sueño que parecía tan real que al despertarte no sabías que creer?¿Has tenido alguna vez un sueño del que por nada del mundo hubieras querido despertar?
Ella solía soñar despierta. Muy a menudo. Cada día. Soñaba con que volvieras y la abrazaras como hace algún tiempo hacías. Que dijeras: todo irá bien. Y nunca más sentirse sola. Soñaba con las mil y una maneras de que esto ocurriera. Deseaba pensar que tu estabas pasando por lo mismo, que algún día no podrías más, y volverías a caer en sus brazos. Soñaba con su futuro. ¿Dónde trabajaría? ¿Cómo sería? Y soñaba que tú formabas parte de él (aunque esperando que fuera en un futuro más cercano).
¿Qué hay del que dijo que no era soñadora? Que su caligrafía decía de ella que tenía los pies demasiado en la tierra y que nunca dejaba lugar a la imaginación. Mentía. De todas las personas que habitan el planeta ella era una de las más soñadoras, sino la que más. Claro que aquel no la conocía como yo, ni como tú.

Me encanta pasar por la calle de las moras de vuelta a casa por esta época. Me encanta pisar las que caen de los árboles y notar las suelas de mis zapatillas pegajosas. Me gusta darme cuenta del color morado que adquiere el suelo. Hoy había algo diferente. Olía a jazmín. Aquel olor me trae tantos recuerdos... tantas tardes/noches en ese rinconcito con playa. Pequeños muros blancos con formas gravadas, un pequeño riachuelo sucio. En la calle de en frente un puesto de churros de esos de feria de donde venían los churros calentitos de la mañana siguiente. Y ese olor. 2, 3, 4, 5 años... Mil imágenes. Muchos momentos. Y por un ratito, me siento feliz.