Me gustaría escribir algo pero no sé cómo empezar. Es que la musa se fue y ya no quiere regresar. Es que ya llega el buen tiempo, el calor, el sol, la libertad, la alegría... Pero es que la alegría sin ti no es tan alegre.

Perdona si digo que quiero seguir siendo lo de ayer.

Aquella a la que le encantaban los crispis por las mañanas y que se bebía el cola-cao de golpe y sin pausas para respirar entre sorbo y sorbo. Aquella que se entretenía cada tarde con la película de "El pequeño Nemo" y le fascinaban las personas que salían de los cuadros en Anastasia. Aquella que se sabía todas las canciones de Mulán y soñaba con que su futuro príncipe fuera como Hércules. Aquella que pintaba delfines sentada en una escalera y cantaba las canciones de La Oreja de Van Gogh con el micrófono de plástico en mano. Aquella que se levantaba de la cama de madrugada para beber agua en el lavabo del baño y volvía corriendo a su cama aterrorizada por la oscuridad. Aquella que se levantaba a las siete de la mañana el día de Navidad, veía todos los regalos debajo del pequeño árbol decorado y se quedaba viendo la tele por no despertar a sus padres con la euforia del momento. Aquella que se sentaba en el bidé para ver en el espejo de en frente cómo su madre se maquillaba y soñaba con peinarse sus largas pestañas con ese pequeño botecito llamado Rimmel. Aquella que se vestía con su traje de sevillana verde en las fiestas de su pueblo y comía Mini-milks de leche en verano. Aquella que se tiraba horas en las camas elásticas y se ponía el babi del revés.
Aquella se hizo mayor y no volvió a saber de príncipes de sangre azul, ni de Anastasias perdidas, ni de Mini-milks en verano, ni de micrófonos de plástico, ni de cama elásticas. Aquella fue secuestrada del País de Nunca Jamás donde pretendía vivir eternamente como un niño perdido más.

Stand by me

Lo necesitaba más que nunca. Lo necesitaba más que al café de cada mañana, más que al cigarrillo de cada mediodía. Al fin y al cabo, aquellos no eran más que elementos de la rutina, y lo que menos necesitaba era rutina. Quería un cambio. Para bien, algo positivo. Quería irse y no volver en un tiempo. Más que querer, lo notaba ya como una necesidad. La necesidad de desconectar. La necesidad de un lugar para desconectar. Fuera de su oscura y desordenada habitación, que lejos de hacerla olvidar, le traía a la mente más y más recuerdos. Aún quitando las miles de fotos de su ahora vacío corcho. Quería marchar a un lugar lejos de todo aquello, a cientos de kilómetros de aquel gran pueblo/pequeña ciudad. A una pequeña casita frente a la playa con su terraza y aquella bonita vista al mar.

Estaba cada vez más cansada, más confusa. Tirada en la cama, con Oasis sonando, miró por última vez por la ventana. Se levantó y cogió el portátil en busca de los horarios de autobuses con destino Eselugarconlacasitaenlaplaya. Tiró la maleta abierta al suelo y comenzó a meter ropa sin fijarse en qué metía. Cerró la maleta y el portátil. Dejó este encima de la mesa junto a su teléfono móvil. Apagó las luces y salió de casa destino a la estación de autobuses.

Brota la lagrimita que precede a la derrota.

Ella

Bueeeeeeno. Por fin fuera. Me encanta salir de la biblioteca y que sea de noche. Vaya día. Odio los días de estudio. Y encima ahora no dejo de pensar en Juventudes Hitlerianas. Tiene narices la cosa. Debería desconectar de tanta historia, ya no puedo hacer más. Que sea lo que sea mañana. La suerte está echada.
..."Be my baby. I´ll look after you" The Fray, relax total. De verdad que lo necesito. Qué estresada la vida del estudiante. Y luego dicen que no hacemos nada...
Pff vaya cara debo tener. Necesito una ducha, necesito dormir. Oh si, dormir, dormir y dormir. Tanto sueño acumulado no puede ser bueno. ¿Se necesitan ocho horas de sueño al día? Já! Últimamente, con tanto examen yo duermo cuatro y ¡gracias! Definitivamente necesito un sábado exclusivamente dedicado mi pasatiempo preferido. Y quiero vacaciones urgentemente. Las deseo con todas mis fuerzas, y playa y arena y... Oh no, oh no, no, no. Lo que me faltaba ya. Me le tengo que cruzar hoy, precisamente hoy. Hoy con esta cara de sueño y esta pinta de rata de biblioteca. Tantos días deseando verle y ahora tiene que ser. ¿Por qué ahora? Pues ahora no me apetece a mi.
Mmm, parece enfadado. Posiblemente haya tenido un mal día. No tanto como el mío, seguro.
-"Hola".
-"Holaaa".
Holaaa, ¿Holaaaa? ¿Holaaa? ¿Y en eso se resume todo? ¿Y eso es todo lo que puedo decir? Já! Qué fácil es aparentar y qué difícil es ser tú en muchos casos. ¿Por qué? ¿Por qué no te le tiras al cuello? Si lo estás deseando. ¿Por qué respondéis, piernas, por mí? ¿No os he dado la orden de STOP? No es suficiente un hola para mi. Detrás de ese hola hay muchas más cosas, un te echo de menos, por ejemplo. Mil por qués y una larga conversación pendiente. ¿Por qué nos conformamos con eso?




Él

Vaya día, vaya mierda y vaya todo. Esto es la muerte en vida. Ya estoy odiando mayo y no ha hecho más que empezar. Bueno, al menos las cosas no importa como empiecen, sino como acaben.Y qué sueño tengo. Necesito dormir mucho, mucho, mucho. Dormirme un mes y que acabe mayo, que empiece el verano y que cuando despierte esté todo solucionado y todo perfecto. El verano es otro ambiente... quiero vacaciones. Quiero playa, y arena, y... Oh vaya, ¿qué hará ella por la calle a estas horas? Bueno, lleva una carpeta, supongo que viene de la biblioteca. Qué tarde. Y yo debería haber estudiado. Pero no, no he hecho nada, como siempre. Nunca hago nada.
Mmm, parece triste. Habrá tenido un mal día. No tan malo como el mío, seguro.
-"Hola".
-"Holaaa".
¿Hola? Qué simple. Párate, habla con ella. Si lo estás deseando. No, claro, es mejor seguir adelante. Y esperar, esperar ¿a qué? A nada, nunca hago nada. Nada por solucionarlo. ¿Qué nos ha pasado? Ni hablamos, ni nos vemos... Joder, lo admito, la echo de menos. Y mucho además. Y nada, parece que un simple hola es lo que queda de todo esto. ¿Por qué nos conformamos con eso?