Porque a veces se juntan dos ríos en las noches de diciembre. Porque no sé de dónde has salido, toda una vida sin verte. Pide cena para dos. Fui a donde se envían los desvíos decidido a probar suerte, porque cuando se juntan dos ríos se hace fuerte la corriente.
Pero te vas, "hasta luego".
No esperaba encontrarle donde él solía estar. No esperaba verle por el "sitio clave", porque siempre pasaba de vuelta a casa y nunca le veía. Pero le vio. Y él la vio. Se quedó helada, sin saber reaccionar. Como aquellas veces que hablaba con alguien y de pronto pasaba alguien, ocurría algo y callaba porque no sabía cómo continuar ni lo que estaba diciendo, enmudeció. Y volvió a sentir aquello que juró no sentir.