domingo, 9 de febrero de 2014

The death of you and me.

Esta lista de reproducción que resuena en mis oídos se hacer llamar Don't Panic y, sin embargo, no consigo encontrar en ella canción que me haga sentir mejor en lugar de empeorar esto que esta pequeña cosa viscosa y esencial que reside en mi parte superior izquierda está sintiendo en estos momentos. Y es que este pequeño se ha hecho añicos ya dos veces en lo que lleva desde que cumplió los veinte años de vida. Y la culpa sólo la tiene esa puta llamada geografía. El futuro se presenta más lleno de condicionales que nunca y yo nunca he tenido más miedo del que tengo ahora. "Parece que la felicidad está al alcance de la mano. Entonces, tendemos la mano y nos volvemos locos." Parece que la muerte del tú y yo fue en aquella estación con un beso precipitado y tú caminando hacia un tren casi en marcha. Y pensábamos que no sería un adiós. Ingenuos.

For we know the last unicorn is dead.