viernes, 28 de noviembre de 2014

Viernes de pensar(te).

Cuando, ya empezada la relación con la persona correcta, decidí dedicar una tarde a llorarte a ti, persona incorrecta; a escuchar tu música y pensar en qué tremendo sería si yo estuviera allí y no allá, aun sin estar aquí, supe que tenía un problema gordo. Todavía lo estoy tratando de solucionar desde aquí, porque allá ya no estoy y porque allí no puedo estar. Porque allí no quieres que esté. Y ya no existe tu persona como incorrecta, ni su persona como correcta. Te convertiste en correcto, y su persona en nada. Y de repente me encuentro con nada, y con nada. La nada se hace una, porque tú siempre fuiste único, correcto e incorrecto, todo en uno. Nunca hubo nada, salvo tu todo. El todo que tú convertiste en nada.

Yo que decoré mi habitación de aquí para que tú la vieras. Quedó muy bonita. Pero tú sigues sin venir.

jueves, 30 de octubre de 2014

Tabula Rasa

Yo era como Bon Iver. Pedía "come on, skinny love, just last the year." Pero duró menos de lo que tarda una vela de Ikea en consumirse. No encuentro nada más que pueda decir. Te echo de menos y apuesto a que tú ni siquiera recuerdas que aquel día estaba nublado.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Helpless.

Yo no quiero hablar de ti y tampoco quiero hablar de mi. O algo así decía una tal Zahara. Quizá si que quiera hablar de ti, pero sólo de tu sentido conmigo. Idealizar una utopía y verla desmantelarse en un choque frontal seco que te deja sin respiración y sumergido en una conmoción cerebral irreversible. Como una pompa de jabón que tan pronto tiene forma y cuerpo como desaparece de repente, nuestro mundo ha pasado al lado del "no-ser" sin quedar absolutamente nada. Y ya no sé si he perdido un amor o a mi amigo. He vuelto a fracasar y esta vez me has hundido. Nos hemos hundido. Decimos adiós y la vida sigue como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Te confundes y haces las cosas a tu manera, pero mal. Entonces, los jardines botánicos me parecen una mierda, porque las cosas se ven dependiendo del modo en que se miren y del estado de ánimo que tú me provoques. Las personas nos hacemos daño, los unos a los otros, todos los días. Eso es inevitable. 

sábado, 30 de agosto de 2014

Estoy jodida. Como decía Milan Kundera en su La Insoportable Levedad del Ser, "quien se entrega a otro como un soldado que se rinde, debe hacer previamente entrega de cualquier tipo de arma. Y si se queda sin defensa alguna ante un ataque, no podrá evitar preguntarse: ¿cuándo llegará el ataque?" Y el ataque ha llegado.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Good song.

Tras la noche, la vigilia. Dirección al techo, cientos de partículas de polvo bailan con la luz pastel de la mañana entre cenefas blancas salientes. Desafortunadamente, también amanece en tu cama. Las 8:20am y ya es la hora.  La hora de hacernos esas promesas que cumpliremos a nuestro modo. Ya se nota la distancia, la angustia y la danza de lágrimas. Esta es nuestra mejor canción. 

sábado, 2 de agosto de 2014

A night like this.

Aún no me creo que esa semana y el plus de tres días que nos concedimos ocurrieran de verdad. Mis ojos abiertos de par en par de pronto se cerraron un segundo y, tras la ligera cabezada y las últimas notas de Blank Page, ya estaba cogiendo un tren que nos alejaba. Otra vez. Es distinto todo esta vez y más complicado el estar limitado a no poder estar en el lugar en el que surge la versión de mi misma con la que más conforme me siento. Ya me estoy preguntando cómo voy a aguantar un año sin que tu mano inútil acaricie las terminaciones de los dedos de mi mano inútil; ambas encajan a la perfección. Quién apostará conmigo a ver quién muere en películas donde el final es más que predecible. Me pregunto si miras por el escaparate de la tienda bonita que da a la calle esperando a que haga mi visita de cinco minutos reglamentaria. Si tus pinky promises se cumplirán. Nunca he tenido más miedo al cambio y nunca he tenido menos palabras que decir. "You never looked as lost as this."

jueves, 3 de julio de 2014

Something lucky about this place.

De cómo cada noche es distinta y te enamoras. De cómo te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida en un país que no es el tuyo. Pero, ¿cuál es tu sitio si hace ya tiempo decidiste abandonarte y ser una ciudadana del mundo más, sin procedencia ni lugar al que pertenecer? No es donde naces donde tienes que acabar. Es donde sientas que el viento, cuando sopla, roza esa parte de tu cuerpo que te hace estremecer.

Miro desde McCaig's el mismo sitio desde donde hace un año me enseñabas Kerrera y estaba tan nublado. Estás presente en cada rincón y cada segundo, e incluso me gusta pensar que, aún lejos de ti, me siento en la bahía en la que tú alguna vez te has sentado y veo el mismo atardecer que tú alguna vez has visto. Tus ojos, esos ojos. Esos que dicen todo sin soltar un palabra, se manifiestan entonces y la brisa se siente un poco más dulce y ligera, mis poros tiemblan y lo veo, no ahora, pero lo veo. Congeniamos. Porque te vi, porque te conocí, porque me conocí es porque vuelvo y porque aquí es donde, por una vez en un tiempo, siento que pertenezco, a la ciudad que me ha visto renacer y a la ciudad a la que fotografía alguna no logra hacerle justicia. 

sábado, 28 de junio de 2014

X:00am

Que a la mierda todo. Que estaba yo bailando no sé qué canción en no sé qué sitio y me he dicho que yo no bailo. Que no estoy hecha para eso y que no me gusta. Que a mi lo que me gusta es reírnos los dos juntos porque tu clavícula derecha y tus ojos son preciosos y no puedo parar de mirarlos. Y contarte lo que nunca te he contado, porque echo de menos a mi alma gemela. Porque estoy enamorada de esta forma tan extraña y porque nunca he sentido tan fuerte, eso y porque tengo miedo de que esto que me hiciste no se quite nunca y no sea capaz de querer a ninguna otra persona decentemente. Y ahora, mientras observo las luces de este junio sentada en las escaleras de la bahía, me pregunto por qué narices habré tomado cerveza estando tan cansada y por qué narices seremos ambos culos tan inquietos con lo fácil que sería que tú estuvieras aquí. 

domingo, 1 de junio de 2014

A potential new "New Slang".

A cuatro días de recorrer más de 2.000 km de distancia, siente que una pizca considerable de miedo se está colando en ella y activando cada nervio de su cuerpo. Miedo a la espera, miedo a la indiferencia, miedo a la circunstancia. Miedo al silencio, al vacío y a los propios pensamientos. Miedo a la destrucción total de unas expectativas. ¿Qué es sino la vida sin expectativas? Miedo a un año más con tu presencia latente en su mente mientras la realidad es que junio no os ha dado oportunidades, incentivos para sobrellevar lo que viene después. Si sólo fuera por un minuto, por una palabra, una sonrisa cómplice. Algo que diga que merece la pena y nada es en vano. 

lunes, 5 de mayo de 2014

We started to kiss.

Ahora que estamos lo más cerca o lo más lejos de vernos que nunca, te siento entero y distante. En un mundo mejor que el que describes y más idílico del que yo me imagino. Si junio no es nuestro de nuevo, echaré de menos todo esto que mi cabeza ha maquinado y que nunca ha ocurrido. En días como estos, en los que no tengo tiempo ni de pensar en mí misma y en los que ni siquiera siento el hambre, no falta, sin embargo, un ratito de ti. Ahora que estamos lo más lejos o lo más cerca de vernos que nunca, te echo aún más de menos.

lunes, 28 de abril de 2014

I'm not sure if I should show you what I've found.

Que cómo me va la vida, dices. No sé qué contestarte, pero en un intento de aparentar que no me dejaste en cenizas y de que ha sido fácil recomponer mi puzzle de pequeñas piezas, de mi boca sale que la vida me va. Que me va bien, que todo fluye. Ni falta hace decir que no he encontrado lo que tú has encontrado, o que si lo he hecho, no lo tengo a mi inmediato alcance. Ni falta te hace decirme que me ves muy perdida por el mundo. Que tu estabilidad no es comparable a la mía. Lo que no creo que entiendas nunca es que en realidad donde estoy perdida es aquí. Desde que me abriste los ojos, esto nunca ha vuelto a ser lo mismo. Mi camino perdió su rumbo, si por perder se entiende encontrar uno nuevo. Un camino poco estable, pero infinitamente intenso. Cuando en nuestro breve intercambio de frases parece que mi rumbo me ha traído de vuelta a este lugar, me preguntas por qué no me quedé más tiempo allí. Cuando bajo la cabeza, y reflexiono sobre el verdadero motivo en lo que parecen unas horas, te cuento que me vuelvo a Escocia. Entonces me miras como queriendo decir "qué se te ha perdido allí", pero dices, ¿al mismo sitio? Pienso en aquello que se me ha perdido allí y quiero gritar "salvación". Levanto la vista, y con mi media sonrisa quiero darte las gracias, aunque tú no te des cuenta. Gracias por no haberme querido nunca y, sobre todo, por habérmelo hecho saber. Porque por ti fue, en cierto modo, que me marché. Y porque me marché fue, ciertamente, que aprendí a vivir. Porque ese lugar me dio vía libre para mover el mundo es por lo que vuelvo. Porque me dio oxígeno limpio y me hizo creer que se puede sentir sin tocar. Autoconocimiento. Y de eso aquí no encuentro ni un ápice. ¿Y tú te preguntas qué se me ha perdido allí? Ni siquiera podría explicártelo.

domingo, 20 de abril de 2014

Elope with me Miss Private...

...and we'll sail around the world.

Si tú me dijeras "vámonos a conocer el mundo juntos", no cogería ni maleta. Incluso me daría igual que me pillaras en calcetines de toalla. Contigo merecerían la pena las noches en vela hablando del tiempo, y podría aguantar millones de ellas escuchando la manera en la que me cuentas hasta las mayores nimiedades. Porque no es el qué, sino el cómo. Porque no es dónde, sino quién. Porque estoy esperando el día en que me digas que nos veremos pronto.


jueves, 3 de abril de 2014

Kiss me hard before you go.

No sé cómo comenzó la mejor noche de mi vida. La mejor noche de mi vida comenzó de alguna manera ¿a 2.444 km de distancia? En la mejor noche de mi vida salí de un bar y subí a uno de los puntos más altos del pueblo. Amanecía a las 3 am y con un cielo completamente naranja, tres sky-lanterns fueron lanzadas. En la mejor noche de mi vida bajé de ese punto alto para encontrarte en un punto inferior, pero encontrarme a mi misma en mi más alto punto. En la mejor noche de mi vida hubo abrazos en medio de una carretera, guitarras por el suelo de la buhardilla de una casa vacía, techos pintados y un amanecer nublado a las 4 am. Se llenó de música y de una intimidad embriagadora propia de unos seres que no han sentido nunca nada parecido. La mejor noche de mi vida acabó con una lágrima, un sutil beso en un ojo izquierdo para ocultarla y con el reflejo en una ventana de un sólo cuerpo separándose en dos, separándose y dejando una de las dos mitades bajo la lluvia que todo lo juzga y que todo entristece.

domingo, 9 de febrero de 2014

The death of you and me.

Esta lista de reproducción que resuena en mis oídos se hacer llamar Don't Panic y, sin embargo, no consigo encontrar en ella canción que me haga sentir mejor en lugar de empeorar esto que esta pequeña cosa viscosa y esencial que reside en mi parte superior izquierda está sintiendo en estos momentos. Y es que este pequeño se ha hecho añicos ya dos veces en lo que lleva desde que cumplió los veinte años de vida. Y la culpa sólo la tiene esa puta llamada geografía. El futuro se presenta más lleno de condicionales que nunca y yo nunca he tenido más miedo del que tengo ahora. "Parece que la felicidad está al alcance de la mano. Entonces, tendemos la mano y nos volvemos locos." Parece que la muerte del tú y yo fue en aquella estación con un beso precipitado y tú caminando hacia un tren casi en marcha. Y pensábamos que no sería un adiós. Ingenuos.

For we know the last unicorn is dead.

lunes, 6 de enero de 2014

Lo mejor del año has sido ¿quién?

Casi inconscientemente he abierto el blog sin ni siquiera tener nada que decir. Pero sin querer le di al botón redactar nueva entrada y aquí estoy, con ninguna historia especial por la cabeza. 

Lo peor de viajar es tener que marcharse. Lo peor de viajar, y a la vez lo mejor, es conocer a gente. Gente a la que abandonar sin querer siquiera hacerlo. Me gustaría llevarte conmigo, o no, al sitio al que creo que pertenezco, o perteneceré. Cuatro-cinco meses y una ciudad preciosa. Un país increíble. Aún sigue sin ser mi sitio. Mi sitio puede que esté en aquel paradero montañoso que dice llamarse Tierras Altas, y no en los Países Bajos. Como agua y aceite. Clamo a un futuro cercano que me lleve a lo alto de grandes montañas y gélidos mares, donde el sol brilla mucho cuando brilla y donde estás tú. Donde estás tú aún sin ti. Sin embargo, otro tú se queda y quema. Me gustaría llevarte conmigo a donde quiera que vaya a parar a continuación. O no. ¿Es lo intenso fruto de lo breve?

Ya veremos. Si me dejas, lo veremos.