sábado, 2 de agosto de 2014

A night like this.

Aún no me creo que esa semana y el plus de tres días que nos concedimos ocurrieran de verdad. Mis ojos abiertos de par en par de pronto se cerraron un segundo y, tras la ligera cabezada y las últimas notas de Blank Page, ya estaba cogiendo un tren que nos alejaba. Otra vez. Es distinto todo esta vez y más complicado el estar limitado a no poder estar en el lugar en el que surge la versión de mi misma con la que más conforme me siento. Ya me estoy preguntando cómo voy a aguantar un año sin que tu mano inútil acaricie las terminaciones de los dedos de mi mano inútil; ambas encajan a la perfección. Quién apostará conmigo a ver quién muere en películas donde el final es más que predecible. Me pregunto si miras por el escaparate de la tienda bonita que da a la calle esperando a que haga mi visita de cinco minutos reglamentaria. Si tus pinky promises se cumplirán. Nunca he tenido más miedo al cambio y nunca he tenido menos palabras que decir. "You never looked as lost as this."

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