domingo, 7 de marzo de 2010

Odio las tardes de domingo.



Todos los días son domingo por la noche.
¿Sabes esa sensación que tienes cuando has pasado una buena tarde de domingo y esa tarde se estropea al pensar que al día siguiente acaba todo y tienes que ir a clase? Pues no he podido quitarme esa sensación de la cabeza durante toda la tarde.


Tienes que ser un poco optimista. Puedes serlo. Yo te puedo aportar algo de optimismo. No sé si sabes que si tu pones un poco de tu parte yo voy a estar aquí para todo lo que necesites. Pero no pones de tu parte, y mira que yo lo intento. Hay muchas cosas que no sabes de mi al igual que hay muchas cosas que yo no sé de ti. La diferencia entre tú y yo es que yo quiero conocer esas cosas. No creo que seas tan simple y sencillo como aparentas pero no me dejas ver a través de. Y me niego a pensar que no vamos a salir de esta "rutina" por llamarlo de alguna manera. 
Quiero encontrarte a la vuelta de la esquina.

1 comentario:

  1. Habrá que apartar el velo.
    A veces el velo mola, como las cortinas que han comprado mis padres para su habitación, es genial el tacto.
    A veces no mola tanto y quieres mirar por la ventana como sea. Lo que no sabes es lo que hay detrás. Si una playa inmensa o un precipicio.
    Pero (como tú dijiste, y no otra que yo me sé) el que no arriesga no gana.
    Te quiero emeiequis.

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